Desplázate para comenzar
Los problemas empezaron en Lordaeron. Los orcos se liberaron de los campos de internamiento en los que fueron recluidos tras la Segunda Guerra mientras se hablaba de una peste que estaba contaminando las tierras del norte. Arthas y Uther fueron enviados a Strahnbrad a defender el pueblo de emboscadas de orcos y demás ataques. El joven príncipe tuvo que vencer al dragón negro Searinox para llevarle su corazón al enano Feranor Ferrodedo y forjarlo en un orbe de fuego. Arthas utilizó este objeto mágico para acabar con el maestro del acero del clan Roca Negra que lideraba las emboscadas.
Sin embargo, una amenaza más vil surgió en la forma de la peste de los no-muertos. Jaina y el capitán Falric fueron enviados para unirse a Arthas, ahora con 24 años, e investigar la extraña peste. Pelearon con un ejército de no-muertos en un granero infectado por la peste y se encontraron con el nigromante Kel'Thuzad en el pueblo de Rémol, al que persiguieron hasta Andorhal.
Al final, los chamanes lograron su cometido, pero pronto descubrieron que los susurros no provenían de la benévola Madre Tierra. Eran ecos de algo mucho más oscuro… algo surgido del violento pasado elemental de Azeroth, De las profundidades de una monumental caverna enterrada bajo las praderas, emergió una gigantesca elemental de tierra: la princesa Theradras, descendiente de la soberana elemental Therazane.
Kel'Thuzad ya había infectado el grano de los silos de Andorhal y había enviado partidas contaminadas a los pueblos cercanos. Antes de que Arthas lo matara, Kel'Thuzad le habló de Mal'Ganis, un nathrezim que lideraba La Plaga. Jaina y Arthas viajaron entonces a Stratholme para enfrentarse a él.
En el camino, Arthas y Jaina se detuvieron en Vega del Amparo, donde pretendían descansar. En lugar de eso, recibieron el aviso de que el ejército de no-muertos se acercaba hacia allí. Arthas le ordenó a Jaina encontrar a Uther para que los ayudara, mientras él permanecía defendiendo el pueblo. Durante la lucha fue cuando Arthas descubrió que la plaga no era solamente una forma de matar, sino que convertía a personas inocentes en no-muertos. Las fuerzas de Arthas apenas aguantaron, y cuando casi estaban a punto de ser derrotados, llegó Uther con los refuerzos para salvar la aldea.
Mientras viajaban a Stratholme, Arthas conoció al enigmático profeta Medivh, que le dio el mismo consejo que a su padre, el rey Terenas, viajar a Kalimdor. Arthas le espetó que su lugar estaba con su gente y juró que no los abandonaría. A pesar de que Jaina sugirió que el profeta podría tener razón, Arthas no le prestó atención y continuó hacia Stratholme.