En el pasado hemos dependido de la fuerza y del acero para forjar nuestro camino. Protegemos lo que podemos y destruimos lo que debemos. Pero esa no es la única vía. Si hemos de restaurar este mundo, llegará el día en que los líderes de Azeroth ya no sean guerreros, ¡sino sanadores! Aquellos que curen en lugar de romper. Sólo entonces podremos remediar nuestros males profundos y alcanzar paz duradera. ¡Miren hacia arriba! Los héroes de antaño aún se mantienen firmes y los honramos y recordamos el día de hoy. ¡Ahora miren a su lado! ¡Junto a ustedes se encuentran todos los héroes del mañana! Tú… y tú… y tú. Cada uno de ustedes jugará un papel; cada uno marcará la diferencia. ¡Con el tiempo, algunos serán honrados este día por proezas mucho más grandes de lo que podríamos imaginar! Entonces, ¡pueblo de Ventormenta! Unámonos este día, renovemos nuestra promesa de mantener y proteger la Luz. Juntos vamos a enfrentar esta nueva tormenta de oscuridad y nos mantendremos firmes ante ella; como siempre ha hecho la humanidad… ¡y como siempre hará!
El Dios Antiguo N'Zoth ha sido liberado de la prisión en la que los titanes lo encerraron, y su corrupción se ha extendido por todo Azeroth, transformando a los amigos en enemigos y sumiendo las mentes de los guerreros en visiones de un futuro sin esperanza.
La Plaza de la Catedral de la Ciudad de Ventormenta que recibe este nombre por la Catedral de la Luz que se erige como el mayor monumento a la Luz Sagrada en Azeroth y domina este distrito. La catedral, antiguamente presidida por el Arzobispo Benedictus, es el centro religioso de la Luz y por lo tanto dónde se pueden encontrar los instructores de paladines y sacerdotes, y también de primeros auxilios.
El Valle de los Héroes es un valle que se abre ante las Puertas de Ventormenta. Un puente de piedra cruza el foso estrecho y es la primera vista de todos los que entran. Este glorioso y exuberante valle se encuentra al sureste de la ciudad, y muchos visitantes deben pasar a través de él, ya que es una de las tres entradas a Ventormenta (las otras son el Tranvía Subterráneo de Forjaz, y los barcos de Rasganorte y Teldrassil). Las enormes estatuas de héroes de la Alianza de la Segunda Guerra se muestran a cada lado de la puente, dando la bienvenida a los visitantes al tiempo que proporciona una visión impresionante.
Al este de la Plaza de la Catedral se localiza el Distrito de los Enanos, donde junto a los gnomos de Forjaz conviven y se ganan la vida.
Al oeste del Distrito de Mercaderes se encuentra el Barrio de los Magos. Si bien Ventormenta ya tenía un puñado de magos capaces durante la Segunda Guerra, la llegada de hechiceros desalojados de Dalaran hizo que Ventormenta sea reconocida en el mundo como nuevo centro del estudio de la magia.
La corona de la ciudad sigue siendo el Castillo de Ventormenta. Erigida entre el Distrito de los Enanos y el Casco Antiguo, la fortaleza ha sido un triunfo arquitectónico durante décadas. Rodeada por un foso profundo, una impresionante estatua de Varian Wrynn da la bienvenida a los aventureros, a medida que se abren camino en el gran patio real, testimonio de su regreso triunfal a la ciudad tras ser secuestrado por los Defias mientras estaba involucrado en un misión diplomática en Kalimdor.
La Mano de Plata fue una orden de paladines creada después de la Primera Guerra por Lord Uther y el Arzobispo Alonsus Faol. Años después de ser diezmados por el Príncipe Arthas Menethil en la Tercera Guerra...
Su maestría en estas artes sólo puede ser comparada quizás con los elfos nobles, elfos de sangre y draenei. Usan la magia para sanar y crear en tiempos de paz y para dañar y destruir en épocas de guerra.
Tienen una buena comprensión de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, no se comparan a sus aliados enanos y gnomos. Los esfuerzos de la ingeniería humana son inservibles comparados a los de gnomos y enanos. Estas razas proporcionaron artillería avanzada, metalurgia, y habilidades avanzadas de ingeniería a la Alianza en tiempos de guerra.
Los caballeros son los tradicionales guerreros montados en caballos que sirven a la Alianza y a los reinos humanos. Aunque la mayoría de ellos son humanos, otras razas tienen caballeros entre sus filas, como los elfos. Estos campeones son los guerreros élite de su raza y de la Alianza....
Los grifos son criaturas majestuosas del cielo y son, al igual que los hipogrifos y los dracoleones, mucho más que bestias: son inteligentes y astutos.[3] Comparten antepasados con los dragones y con los dracoleones[4] y entablaron amistad por primera vez con los enanos Martillo Salvaje cuando estos se asentaron en las Tierras del Interior luego de la Guerra de los Tres Martillos, aproximadamente 230 años antes de la Primera Guerra. Los grifos se convirtieron en un emblema del clan y una inseparable parte de su cultura